
La cromatografía de gases acoplada a la espectrometría de movilidad iónica (GC-IMS) ha estado presente durante algún tiempo y se ha utilizado en varios proyectos para detectar la huella olfativa. Recientemente, un estudio innovador ha presentado el paquete GCIMS R, una herramienta de código abierto diseñada para agilizar el procesamiento de datos para esta tecnología de vanguardia.
El GC-IMS permite el estudio de compuestos orgánicos volátiles (VOCs) en biofluidos, dando lugar a lo que a menudo se denomina "volatilómica". Estos compuestos contribuyen a los distintos olores asociados con la respiración, la saliva, el sudor y más. Es importante destacar que los cambios en la composición de estos VOCs son indicativos de diversas condiciones de salud y se pueden aprovechar para el diagnóstico de enfermedades y el monitoreo de medicamentos.