Los compuestos orgánicos volátiles (COV), que se encuentran habitualmente en la atmósfera, son compuestos olorosos con efectos negativos para el ser humano y el medio ambiente. Se ha demostrado que los COV y los olores emitidos por fuentes industriales son compuestos peligrosos y molestos que pueden causar efectos negativos en los seres humanos y el medio ambiente.
Por ello, el control de estos compuestos es una acción clave por parte de los responsables de la planta para evitar quejas e impactos negativos. En este estudio, se implementaron microalgas y bacterias en un fotobiorreactor tubular vertical para la biodegradación de tolueno, utilizado como COV modelo. Se eligió la cepa Chlorella vulgaris como plataforma fotosintética debido a su alta adaptabilidad a condiciones ambientales adversas.